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Hola!

Welcome to my bio! Here, you'll find all the essential details about me, my background, and the experiences that have shaped who I am today. I invite you to explore and get to know me better. Thank you for stopping by!

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My Story

Mi nombre es Tania Langumas y resido en los Estados Unidos desde 1995. Desde entonces, he dedicado mi vida –y algo incluso antes– a la belleza y al cuidado del cabello. A lo largo de este tiempo, me he enfrentado a diversas situaciones de salud provocadas por el uso de numerosos productos que contenían agentes químicos cancerígenos, de cuya composición yo desconocía.

 

Sin embargo, un día, mientras sufría intensos dolores de cabeza y sangrados nasales durante un tratamiento con queratina brasileña –entre otros que probé en distintos países– me di cuenta de que el producto era el causante de mis problemas. A partir de ese instante, me comprometí a investigar a fondo qué contenían esos productos.

 

Tras varias indagaciones, descubrí que existía un agente muy dañino, el componente activo más común en los tratamientos alisadores del cabello. Continué investigando y, finalmente, obtuve el nombre de ese agente: formol. Ese día decidí que no volvería a utilizar ese químico en mi negocio; no podía, en buena conciencia, poner en riesgo la salud de mis clientes y la mía propia.

 

A partir de entonces, empecé a hablar con Dios y le pregunté: “Señor, ¿qué voy a hacer ahora?” Porque observaba que la sociedad estaba siendo saturada de productos venenosos y que la gente, al desconocer su composición, caía presa de un mercado que solo se interesa en generar dinero, sin importar las consecuencias para la salud. Las empresas no educan al cliente, pues, en su ignorancia, sus negocios crecen sin tener ni un gramo de humanidad.

 

Yo sabía que esta situación supondría una gran pérdida para mí, ya que era —y sigue siendo— la tendencia del mercado y de la sociedad. Por ello, decidí hacer un cambio radical: eliminar de mi negocio todos los productos que contuvieran ese ingrediente, comenzando por la queratina. La retiré de mi oferta y dejé de prestar ese servicio, a pesar de la demanda.

 

Continué investigando y descubrí, a través de una fuente muy valiosa, que un cabello seco y dañado por los radicales libres –resultado del mal manejo de productos químicos agresivos– puede repararse con una hidratación extrema que abarque hasta la cutícula, sin necesidad de emplear agentes dañinos.

 

Al darme cuenta de esto, pensé: “No podemos seguir engañando a las personas.” Una noche, durante mi descanso, soñé que me encontraba en una feria de belleza. La persona que presentaba el evento tenía un catálogo de productos en sus manos y, de repente, me llamó desde la plataforma: “¡A ti, ven acá!” Puse mi mano en el pecho, me acerqué y le pregunté qué necesitaba. Ella me mostró el catálogo; vi muchos productos de diversas marcas, pero uno de los envases estaba en blanco, sin etiqueta ni identificación. Con voz serena, me dijo: “Ponle nombre a este producto.” Emocionada, respondí en ese sueño: “Passion Sweet Hair,” porque el Señor conoce la pasión que tengo por el cabello. Ese sueño me fue entregado por el Señor, quien siguió ministrándome en diferentes visiones. Hoy, ese sueño se ha hecho realidad: lo que Él me reveló en aquel instante se encuentra plasmado en estos envases.

 

Sé que, al ofrecer este producto, no estoy dañando a nadie, sino brindando lo que Él me ha entregado. Que Dios les bendiga a todos y que este producto sea de gran beneficio para ti y para tu bella cabellera.

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